El debate de la semana, en tono bajo eso sí, se refiere a las finanzas estatales. El año pasado los gastos estatales crecieron un 18%, un récord de gran irresponsabilidad, y no me vengan con aquella chiva de la política "anti cíclica", fue puro electoralismo nomas. El déficit estatal fue de $7,200 millones de dolaritos.
No cabe duda de que ese agujero es monumental y de que su cierre exige y exigirá muchos sacrificios. Es obvio que el estado no puede seguir creciendo de esa manera a costillas del sector privado.
Despilfarrar el dinero de nuestros impuestos en ministerios innecesarios y programas-como los 50 millones de dólares que el ministro Bitar destinó para "estudiar los glaciares"-es algo realmente difícil de comprender cuando el Estado tiene los problemas financieros que tiene, incluyendo ese gigantesco hoyo financiero del charchantiago que no
debemos olvidar.
No creo que el presidente electo me hará caso pero debiera de meter la tijera donde la tiene que meter, cerrando ministerios inútiles, reduciendo la legión innecesaria de asesores del Gobierno, acabando con los dineros que se entrega a tantas ONG, actores y periodistas, herencia de 20 años de concerta para comprar sus apoyos.
En la racionalización del elefantiásico aparato estatal, hay muchos ministerios que debieran ser achicados o de frentón eliminados, partiendo por mi favorito, el Ministerio que nunca debió existir, el de "La Curtura". En el siempre se cuece un germen de dirigismo intelectual que, aún contando con la buena voluntad de sus gestores, resulta alarmante y es inevitable. Así tiene que ser cuando se crea un órgano al que hay que inventarle una función y ello da paso a todas las sospechas. La cultura, hija de la reflexión espontánea del hombre sobre sí mismo, se organiza sola y, socialmente, se destila en los alambiques de la educación, nuestras escuelas y universidades, y también por los medios de comunicación libres, y por los pensadores e intelectuales y artistas libres. El ministerio de la Cultura sobra, esa creación de la Reina Ricarda es una clarísima expresión del alma totalitaria tan propia del socialismo izquierdoso y progre.
Y pasando a otro tema, las olimpíadas de invierno han estado increíbles, da gusto ver a esos atletas de excelencia. Muchachas de 19 años saltando 20 metros en sus esquíes y dándose cuatro vueltas de carnero. Realmente espectaculares.
