La progresía y la crisisPatricio Grez
La actual crisis financiera global ha servido para que los todopoderosos agentes de la progresía y el estatismo hagan gárgaras anti-liberales por todos los medios de comunicación. Ricardo Primero se mandó una columna en el pasquín La Tercera hablando contra el "neo-liberalismo". Ugenio Tironi (Coné), del Sein Yorch, que en su juventud fue activista revolucionario del Mapu-Lusharemos-hasta-el fin, y que ahora es un acaudalado "asesor" de los 4 gobiernos de la Concerta, escribió su columna del Merculo. La intituló "Ja Ja Ja" y se carcajea de felicidad pues según él la crisis es atribuible al liberalismo.
Lo anterior demuestra la arrolladora ignorancia económica de buena parte del progerío. El sistema financiero es en verdad un sector intervenido, regulado y oligopolico. Los Banco Centrales y los reguladores estatales son dioses en cualquier sistema financiero. Converse usted con cualquier banquero y hablarán del Banco Central o de la Superintendencia de Bancos como si fueran poderes del Olimpo. Si un burócrata del Banco Central o de la Súper de Bancos entra a un banco comercial le ponen alfombras rojas y le hacen reverencias, pues cualquier banco privado quiere estar en la buena con el que manda. Y en cuanto al origen de esta crisis está claro que fue provocada por los excesos monetarios previos, la expansión del crédito impulsada por la banca central hacía inevitable esta crisis, tal como los excesos monetarios de la banca central durante los años 20 generó la crisis de los años 30. Y esta vez además contribuyeron los crecientes déficit estatales en Gringolandia, la garantía estatal explícita que Fannie y Freddy (dos agencias para-estatales) dieron a todas las hipotecas gringas, las prime y sub-prime por igual. El estatismo y la intervención estatal tienen sus huellas digitales por todos lados en este hiper-mega cagazo.
Por favor aclarémoslo bien, "las pérfidas fuerzas salvajes del capitalismo desregulado" no son las responsables del actual maremoto pues el sistema financiero es muy regulado e intervenido por el Estado vía Bancos Centrales, Fannies y Freddies, Superintendencias y una vasta regulación e intervención estatal con el enorme peso del todopoderoso y oneroso Estado financiado por los contribuyentes.
La tesis progre de culpar de esta crisis al libre mercado carece de soporte teórico y empírico y sólo se sostiene en prejuicios ideológicos y en un desconocimiento radical de la historia económica de los últimos dos siglos. En la época anterior a la creación de la banca central, el sistema bancario-financiero privado mostró una capacidad asombrosa para absorber este tipo de problemas sin necesidad de intervención estatal. Jamás hubo nada de magnitud parecida cuando no existían los bancos centrales ni los enormes aparatos estatales actuales insuflando burbujas económicas.
Pero ya hecho el daño estatal estamos enfrentando el riesgo real de un desplome del sistema de pagos, un desplome del circulante y del crédito. El finado Milton Freedman repitió hasta la saciedad de que nunca había que repetir el error de los años 30 en que, tras el reventón de la burbuja bursátil, la autoridad permitió la contracción de la masa monetaria y del crédito que condujeron a pánicos bancarios que destruyeran el mecanismo de pagos y la economía real, con horrorosa caída de la producción y el empleo.
¿Que se debe hacer frente a esta crisis? Difícil saberlo, a partir de comienzos del Siglo XX el libre funcionamiento del mercado financiero se ha visto enturbiado por un intervencionismo monetario, regulatorio y fiscal que ha mostrado una falta absoluta de efectividad y que es la verdadera causa de los problemas. Es por eso que tantos tenemos dudas que la solución sea más intervencionismo monetario, regulatorio y fiscal. Y tengo la firme convicción de que una vez superada esta crisis hay que desmantelar buena parte del aparato estatal intervencionista, hay que botar al tacho de la basura este "remedio" que ha resultado peor que la enfermedad, partiendo por los Bancos Centrales y todo tipo de agencias para-estatales como Fannie Mae y Freddy Mac que otorgaron garantía estatal a créditos-basura. Hay que considerar seriamente la opción de buscar mecanismos monetarios alternativos —patrón oro, coeficientes de caja del 100 por 100 o libre emisión de moneda por entidades privadas competitivas— para evitar un abuso del monopolio estatal de la creación de dinero y de crédito, origen de estos mega ciclos desestabilizadores.
