lunes, 29 de junio de 2009

Artículo Denso para el Fin de Semana: La economía de Cumpeo.

Artículo Denso para el Fin de Semana: La economía de Cumpeo,
por Patricio Grez.
Economía 1

Tras naufragar, Robinson quedó solo en la isla Cumpeo. Vivía en una cueva y pasaba su tiempo dedicado a sacar cocos de las palmeras para beber su líquido, capturando conejos y peces para su plato principal, sacando moras para su postre, extrayendo sal de una pequeña mina que descubrió, y en su poco tiempo libre recogía escasas pepitas de oro en un río las que usaba de adorno personal por su lindo color.

Con el tiempo, Robinson fue ganando destreza y productividad, lo que le permitía “ahorrar”, podía acumular carne de conejos y peces los que conservaba en sal, también acumulaba cocos y moras. De esta manera no tenía que trabajar todos los días y podía dedicar algunos días a flojear tranquilo y comerse lo que había acumulado en anteriores días de trabajo y contemplar sus preciosas pepitas de oro que utilizaba para adornar su cueva y también de adorno personal.

Esa era la economía de Cumpeo.

Economía 2

Tras otro naufragio, llegaron 5 nuevos náufragos a Cumpeo, dos machos Lucho y Memo, y tres hembras, Lily, Pity y Poty. Vivían los 6 en la cueva y decidieron organizarse y dividirse el trabajo. Robinson se dedicó a sacar cocos, Lucho a cazar conejos, Memo a sacar pescados, Lily a las moras, Pity a la sal y Poty a recoger pepitas de oro.

Tras sus actividades diarias, los seis se juntaban en la cueva e intercambiaban productos, la cueva era “el mercado”. Era una economía con división del trabajo, y posterior trueque de su producción diaria. También existía acumulación (ahorro). Algunos acumulaban y así podían usar lo acumulado en un día para consumirlo o intercambiarlo varios días después.

El trueque era engorroso y les tomaba tiempo pues las preferencias personales eran distintas. Por ejemplo Lucho no podía cambiarle sus conejos por pescados a Memo dado que a Memo no le gustaban los conejos. Pero a Memo le gustaban las moras, así que Lucho tenía que cambiarle sus conejos por moras a la Lily, y tras eso recién podía cambiarle esas moras por pescados a Memo. Era una joda.

Los 6 habitantes de Cumpeo además se dieron a si mismos ciertas reglas que podían ser aplicadas coercitivamente. Esta “coerción estatal” solo era legítima para garantizar la seguridad de las personas, su libertad y sus derechos de propiedad, y para hacer que la justicia reine sobre todo, o sea que se cumplan los contratos celebrados entre las partes.

Economía 3


Tras un tiempo de trueque, los seis se dieron cuenta que a todos les gustaban las preciosas pepitas de oro que trabajosamente extraía la Poty. Así, si Lucho quería pescado, iba donde la Poty y le cambiaba algunos conejos por pepitas de oro, sabiendo que tras eso podría cambiarle las pepitas de oro por pescado al Memo.

Esto se hizo costumbre, como todos sabían que a todos les gustaban las pepitas de oro, siempre intercambiaban sus productos por pepitas de oro con la Poty para luego poder intercambiar dichas pepitas por el producto final deseado. Se generó espontáneamente un sistema de precios libres. Un pescado costaba 2 pepitas, un conejo 4 pepitas, etc. etc. Los precios fluctuaban reflejando la escasez relativa de los bienes. Por ejemplo cuando la pesca estaba muy abundante, bajaba el precio de los pescados, y viceversa. Y en los días de mucho calor aumentaba la sed y la demanda por cocos (para beber su líquido) y aumentaba su precio.

Y así fueron pasando los años y los siglos en la isla Cumpeo y se multiplicó la población y se diversificó la economía. Las pepitas de oro, por su aceptación universal, se habían convertido en dinero. Por ser un bien fácilmente intercambiable por otros, dúctil, moldeable, escaso y de alto valor, con especial capacidad para circular por el mercado como moneda de cambio (liquidez), y también como medio de acumulación y ahorro. Y los que acumulaban y ahorraban podían prestarles sus ahorros a los que necesitaban pedir prestado, y se generó espontáneamente un mercado de capitales, con una tasa de interés libre. Si muchos ahorraban y pocos pedían prestado, la tasa de interés bajaba, y viceversa.

El ahorro era muy importante pues permitía hacer nuevas inversiones productivas en Cumpeo para que la economía de Cumpeo creciera y produjera más y sus habitantes aumentaran su standard de vida. Obviamente, si nadie ahorraba, nadie podía conseguirse un crédito y se hacía imposible la inversión.


Economía 4

Finalmente nacieron los bancos en la isla de Cumpeo. Los joyeros tenían cajas fuertes y reciben el oro de sus clientes, algunos para ser transformado en joyas, pero otros, simplemente para atesorarlo y dejarlo en un lugar seguro. El joyero emite un recibo en donde especifica claramente la cantidad y la pureza del oro. El depositante pronto se da cuenta que endosando ese recibo puede comprar bienes, como si fuera el oro. El recibo por tanto es “tan bueno como el oro”. El recibo o certificado se convierte así en dinero, esto es, en una mercancía líquida, que cualquiera está dispuesto a intercambiar.

También el joyero pronto se da cuenta de algo realmente maravillosos: Puede emitir recibos por oro que no se encuentra en sus arcas ¿genial no? Y éstos certificados o recibos de oro circulan como si fueran los recibos que realmente respaldan una cantidad almacenada en la caja fuerte. Son “tan buenos como el oro”. Mejor aún, puede prestarlos y cobrar un interés. Este dinero es mucho más barato de producir que el oro que proviene de las minas, se ha eliminado el costo de producir oro para tener dinero. Este es el origen de la banca de reserva fraccionaria, que es el sistema que tenemos hasta hoy en todo el mundo. Cuando usted deposita su dinero en su cuenta corriente, usted cree que el banco se lo guardará, usted jura que está disponible, pero eso no es cierto, solo una pequeña fracción está disponible pues el banco presta el resto. Si todo el mundo trata de retirar su dinero del banco tenemos una “corrida bancaria” y el banco no puede responder y clotea, se va de espaldas.

Así muchos joyeros de Cumpeo se convirtieron en joyeros-banqueros al introducir el crédito, esto es, prestar recibos de oro a cambio de un interés. Empezaron a recibir intereses de prestatarios que creían que había suficiente oro en la reserva para redimir los recibos en oro. Estamos hablando de crear crédito de la nada, aún si no hubiera ningún habitante de Cumpeo ahorrando, estos "bancos" podían dar crédito, lo que va contra la intuición pues para que alguien pueda tomar un crédito, como contrapartida alguien tendría que ahorrar. La expansión artificial del crédito por el sistema de bancos con reserva fraccionaria es inestable y tiende a crear ciclos de crecimiento (artificial) y recesión. Además produce una distorsión del sistema de precios, tasas de interés irreales y burbujas de todo tipo que generan malas inversiones las que tarde o temprano se tendrán que liquidar a vil precio. Pánicos bancarios, caídas de los mercados, etc. etc. ¿Le suena conocido?

Sin embargo, aquí viene el Estado de Cumpeo, el cual a lo largo de los siglos se había transformado en un gran Leviatán todopoderoso, “El Estado'” la gran entidad ficticia por la que todos buscan vivir a expensas de todos los otros. El Estado es, por supuesto, cómplice en este negocio de banca fraccionaria pues se apropió de la emisión de dinero. Toda la legislación bancaria está dirigida a dos objetivos: Prevenir las corridas bancarias, o ejecutar rescates financieros antes de que el pánico se extienda a otros bancos. Es decir, toda la legislación esta engranada para violar sistemáticamente los contratos, ya sea antes de que inicie la corrida o después que ha comenzado. Por eso aparecieron los Bancos Centrales en Cumpeo y en todo el mundo, organismos del Estado llamados a proveer de liquidez a los bancos comerciales. Son los "prestamistas de última instancia" que han luchado por desmonetizar al oro y poder imprimir billetes sin respaldo al gusto. Además “El Estado” tendía al progrerío, sacando nuevas leyes progre, fijando precios, fijando tasas de interés, rigidizando los mercados y poniendo mucha presión a los bancos para prestarle a gente que no podía pagar, conocidos como deudores “sub prime”.

El Banco Central más cototo es el Federal Reserve de gringolandia, cuyos objetivos fundacionales son dos: mantener el valor del dólar y evitar las crisis económicas. Los economistas austriacos (Mises, Hayek y otros) apuntan que desde su creación en 1913 la Fed no contribuyó a mantener el valor del dólar y contribuyó a crear una crisis de escala hasta entonces inusitada, La Gran Depresión, que ahora estamos presenciando en su versión 2.0, de incierto desenlace, gracias a su irresponsable manipulación de la masa monetaria y de las tasa de interés. Creando un verdadero tsunami de crédito en palabras del propio viejo Greenspan, el anterior mandamás del FED y principal responsable del desastre en que nos encontramos.

Los llamados economistas austriacos ven en los mercados libres y el dinero respaldado 100% por oro la solución a la manipulación monetaria causante de los ciclos económicos, así como de los bancos con coeficiente 100% de reservas. O sea si usted deposita a la vista el Banco no puede prestar esa plata, los bancos solo podrán prestar lo que capten como depósitos a plazo, calzando los vencimientos. Y lo más importante, el cierre definitivo de los Bancos Centrales por supuesto. O sea sacar las garras del Estado del sistema monetario y financiero pues es el verdadero causante de todos estos desastres.

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