Mientras la producción y el empleo siguen cayendo como piedra, mi Gordis nos dice que la economía se estabilizó. Y mientras más políticos abandonan la Concerta, el narigoncete Frei nos dice “Eztamoz máz unidoz que nunca, zi zi zi, máz que nunca”. Es el mundo virtual de la progresía chilensis, donde todo se reduce a tratar de controlar el discurso político y establecer cuantas “realidades” convenga. Tarea para la cual cuentan con su fabulosa y gigantesca maquinaria mediática.
Y la Coalición por el Cambio también tiene sus problemas, que duda cabe. Aburridos de que las partitocracias nominen a los candidatos a dedo, hay rebelión de algunos alcaldes que quieren ser ellos los que nominan a los candidatos. Ossandón ya se salió con la suya e impuso a su candidato. El alcalde RN Plaza trató de hacer lo mismo pero le pararon el carro y renunció al partido. Ninguna de las dos soluciones es buena, ni las partitocracias ni los alcaldes.
El óptimo serían las primarias. Debieran ser por ley, financiadas por el Estado, y con la participación del Servicio Electoral. Primarias bien hechas, no como las seudo primarias de la Concerta, esas son puro tongo. Una sola gran primaria nacional, donde voten moros y cristianos para la primaria presidencial y parlamentaria. Dos papeletas, una con todos los precandidatos presidenciales y otra papeleta grandotota con los precandidatos a parlamentario de la respectiva circunscripción. ¿No le parece a usted?
La candidatura de Marco Enríquez agarra vuelo, ya tiene las firmas e incluso ahora cuenta con la desinteresada ayuda del ex DC Trivelli. El primer consejo que le dio Trivelli a Marco es que cambie aquello de MEO. Se que corresponde a Marco Enríquez Omymoney pero igual suena feo, tiene razón Trivelli. Imagínese usted todas las paredes rayadas con MEO. Podría aparecer Washington, el quiltro de Condorito, haciendo pipí en la pared……Plop!!
