miércoles, 24 de marzo de 2010

Comentario Político Semanal, por Patricio Grez de H.




Comentario Político Semanal,
por Patricio Grez de H.



Las estimaciones del costo de reconstrucción fluctúan entre $8.000 y $30.000 mishónes de dolaritos. Falta afinar bastante la puntería. Ojalá que sea menos de lo inicialmente estimado, que lo dudo. Y ha continuado el debate nacional sobre la necesidad o no necesidad de subir ciertos impuestos "para reconstruir". El ministro dijo que en todo caso la eventual alza de impuestos no afectará a las personas ni a las pymes.


Eso es demagogia y populismo. Ya he explicado hasta la saciedad que los impuestos siempre los pagan las personas de carne y hueso pues son las únicas que tienen existencia real. Las personas jurídicas son una ficción.


Lo único que existe en la realidad son las personas. Las empresas son una ficción jurídica, son una entelequia. Usted nunca verá a una empresa riendo, llorando, bailando o cantando. Las empresas son una cosa vaporosa, en el fondo no existen, solo existen las personas. Cuando usted le sube los impuestos a las empresas, chicas o grandes, en el fondo se lo está subiendo a sus accionistas, ricos y pobres, incluyendo a todos los trabajadores que tienen acciones en sus cuentas de retiro de las AFP.


Por lo demás, el actual impuesto del 17% a las empresas no es más que un anticipo del impuesto a la renta de sus accionistas. Por eso dicho impuesto constituye un crédito al impuesto a la renta de sus accionistas, los ricos y los pobres. Por eso los accionistas “pobres” normalmente reciben un reembolso de dicho impuesto, y los “ricos”, que pagan los tramos más altos en su Global Complementario, pagan mucho más porcentaje que los pobres. Para ponernos realmente populistas y demagógicos habría que subir las tasas de impuesto del global complementario, "para que paguen los ricachones".


Pero si nos ponemos serios y fatalmente hubiera que subir los impuestos para tapar el hoyo fiscal, lo más eficiente es subir el IVA, y por eso los excelentes ministros de hacienda que tuvo la Concerta siempre recurrieron a ese mecanismo que es el que menos distorsiones genera en la economía. El IVA lo pagan principalmente las personas de más altos ingresos y consumo. Las otras "soluciones" son peores técnicamente y tienden a desincentivar las inversiones. Y al amigo Fontaine, obsesionado con el royalty, hay que decirle de una vez que ese error no se va a cometer. Y ojalá que tampoco aparezca algún iluminado proponiendo obligar a las AFP a pagar los platos rotos con los fondos para las pensiones.


Y hay que seguir insistiendo, este es el momento para que el Estado obtenga liquidez vendiendo activos que no se justifica que sigan en su poder. Si el todopoderoso Estado quiere mantener el control de Codelco, basta con que tenga un 51% de la propiedad. Por lo demás hay acuerdo entre expertos moros y cristianos de que a Codelco le vendría muy saludable un directorio con participación de privados, tal como le vino a Petrobras en Brasil. Petrobras le da veinte patadas en el poto a Codelco en tamaño, crecimiento y dinamismo, si no me lo cree pregúnteselo a Lula.


Y la otra fuente de recursos e iniciativas para reconstruir es el de las concesiones que tanta gloria le trajeron a Ricardo el Magnífico. Herman Chadwick ya presentó una proposición para reconstruir infraestructura por al menos $7.000 palos verdes. En la zona más afectada por el terremoto, debiera aplicarse una "zona franca" de concesiones con menos burocracia y regulaciones para que concesionarios privados puedan reconstruir hospitales y colegios lo antes posible.

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