jueves, 21 de febrero de 2008

Desde la orilla del Lago Riñihue, por Patricio Grez de Heeckeren.

Desde la orilla del Lago Riñihue

por Patricio Grez de Heeckeren.

El escándalo de las subvenciones escolares me parece un excelente momento para mejorar el sistema de entrega de la susodicha subvención.

En la actualidad la subvención es abonada directamente al colegio donde la familia matriculó a su escolar. El Ministerio le paga mensualmente a cada colegio la suma de las subvenciones individuales de cada escolar matriculado en ese colegio, en base a la asistencia. El colegio tiene que previamente informar al Ministerio una planilla con la asistencia de alumnos el último mes. Es ahí donde se puede producir el fraude cuando un colegio julero entrega información julera para obtener un cheque correspondiente a un conjunto de alumnos inexistentes.

La solución es que dicho subsidio escolar se entregue como "cheque escolar" a la familia del escolar, la familia lo usa para pagar total o parcialmente la matrícula del colegio elegido, y el colegio le cobra mensualmente al Ministerio el total, con el respaldo del conjunto de "cheques escolares" recibidos de la familia. El "cheque escolar" es un medio seguro para evitar fraudes pues se tiene que hacer en forma electrónica. El Ministerio repartiría tarjetas BIP nominativa y recargables y en ellas abonaría periódicamente la subvención de cada escolar que será mayor para los escolares rurales y vulnerables. La tarjeta BIP escolar será usada por la familia para pagarle al colegio de su elección. Y solucionado el entuerto.

Y ahora a bañarme en el lago.

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