martes, 9 de octubre de 2007

Flexibilidad, por Patricio Grez de Heeckeren

Sabemos que Chilito ha ido declinando en todos los rankings mundiales de competitividad. Por eso me parece tan buena la noticia de que mi Gordis le puso frenos a los planes del guatón Andrade, el ministro del sindicalismo monopólico que insiste en seguir rigidizando el mercado laboral chilensis. Ahora bien, si mi Gordis quiere de frentón ganarse mi aplauso cerrado, tiene que sacar al gordo Andrade y reemplazarlo por alguien exactamente lo opuesto de el, alguien que liberalice a concho el mercado del laburo. Es muy fácil, hay que copiar exactamente la legislación laboral de gringolandia, con un salario mínimo por hora y no por mes, sin contratos obligatorios, sin indemnizaciones obligatorias, sin prenatales obligatorios, sin post-natales obligatorios, sin avisos de 30 días obligatorios, sin nada obligatorio...igual que en gringolandia, no hay para que reinventar la pólvora. Hazlo Gordi..por favor hazlo...te aseguro que cuando termines tu mandato estaríamos con 2 millones de chilenos adicionales trabajando o incluso más, el país crecería como locomotora, el desempleo y la pobreza habrían caído como piedra y te podrías dar el gusto de pasarle la banda presidencial a la Chol para un quinto gobierno de la Concerta.

El otro camino para mi Gordis es seguir prestándole oídos a los cantos de sirenas de los cada vez mas vociferantes díscolos y neo-izquierdosos, y la sociedad se empobrecerá paulatinamente y sufrirá un creciente desabastecimiento, unido a una etapa inflacionaria, aunque es posible que el desempleo se reduzca artificialmente por el crecimiento del sector público. Naturalmente, las inversiones se reducirán hasta casi desaparecer, y los capitales locales tratarán de escapar de la degollina, mientras los extranjeros preferirán otros panoramas más seguros y predecibles. Todo ello, de forma inevitable, crispará las tensiones sociales y aumentarán la delincuencia y esos otros males concomitantes que suelen viajar de polizones en los periodos "revolucionarios". Si uno repite el mismo experimento, debe esperar los mismos resultados.

¿Y la Alianza? el tiempo avanza inexorable y la distancia se acorta y el recambio es posible, pero se necesita otro rempujón. Una corriente de emoción, una sacudida de empeño, un impulso imaginativo de convicción que vaya más allá de la apelación al sentido común. Hace falta fe en la alternativa y capacidad de transmitirla. Y, si no es mucho pedir, equipos y programas capaces de convertir el simple desencanto en una esperanza. Los equipos aliancistas en educación y otros han ido entregando resultados...hasta que aparecieron los dos senadores prima donnas que enredaron el cuento con sus peleas de teleserie. Les pido a Hernán y don Carloncho que no aflojen, falta conformar un buen equipo aliancista en el tema laboral, y por favor que no sea dominado por ninguna prima donna con pretensiones populistas caza-votos, de preferencia con mas "tecnócratas" y menos "pragmáticos". Y mi humilde aporte (no original) para dicho equipo aliancista laboral, tres palabras: Flexibilidad, Flexibilidad y Flexibilidad.

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