viernes, 12 de octubre de 2007

Comentario político semanal, por Patricio Grez de Heeckeren

Al igual que Mofletín Lavín, yo también le creo todo a mi Gordis, cuando ella dice que "No quiere un gobierno de la deresshha porque no respeta los deresshos" yo le creo. Ella realmente considera a la deresshha como la encarnación del demonio...yo le creo, he tratado de convencerla que sus creencias son maniqueas e infantiles pero la porfiada no me hace caso. Y no nos engañemos, lo mas probable es que ella no le haga mucho caso tampoco a la comisión ética donde Mofletín fue convocado y que lo tienen tan agradecido, tal como ella no le hizo ningún caso a la comisión de educación e igual mando su proyecto de ley para liquidar la libertad de educación. Porque no nos engañemos, ella tiende a la ultra-izquierda y sin querer queriendo es una enemiga de la libertad, pero se mueve con cautela, observando las "correlaciones de juerzas"...tras esa faz angelical hay una Gorda macuca.


Nuestra presidenta tiende a concebir el mundo fragmentándolo en categorías, en tipos. Los tipos son puntos de condensación, o si se quiere, centros dotados de un alto poder gravitacional: atraen hacia sí y homologan la realidad circundante, hasta reordenarla con arreglo a una escala en que el número de posiciones es muy reducido. Lo que no entra dentro de un tipo, no existe. O dicho al revés, usted no será percibido como usted, sino como el tipo al cual se le ha adscrito. El pije de deressha fue incorporado al repertorio de los tipos morales por don Arturo Lissandri en 1920, "la canalla dorada" los llamaba. Hay gente, muchísima gente, que identifica a la derecha con el pije antipático y egoísta, y con el fascismo, y hasta el nazismo...lo gritan todos los días los diputados progre, lo gritaron durante el último circo en la cámara...y descalifican luego, mediante estas fórmulas abusivas, a una parte de la sociedad, casi la mitad de la sociedad. La derecha es caricaturizada como el pije-nazi-fascista; el pije-nazi-fascista es aborrecible; luego la derecha es aborrecible. El sistema de asociaciones funciona como un mecanismo de relojería y localiza al enemigo. Sirve para agrupar y también para dividir. Lo que pasa en el fondo del cerebro de la izquierda es que pretende decretar la marginación civil de la derecha, su exterminio político.


El hombre es fácilmente fanatizable. Esconde, bajo la tapa del cráneo, un sistema de resortes prontos a dispararse apenas actúa sobre ellos un puñado de estereotipos rudimentarios. Por eso la pornografía es eficaz, a despecho de que maneje cuatro o cinco carnadas básicas; por eso persisten en tener éxito los culebrones sentimentales de nuestros galanes caza-subvenciones, por mucho que estén calcados los unos sobre los otros; por eso es infalible el cómico contando chistes de gangosos o haciendo referencias homofóbicas. Y por eso es enorme la responsabilidad de los líderes democráticos. La democracia supone un logro cultural, en una acepción muy precisa. En gran medida, somos propensos a menospreciar al que estimamos que no tiene razón. En gran medida, igualmente, somos animales hobbesianos: cobardes y violentos, y tanto más violentos, cuanto más lo son a su vez nuestros vecinos.


El balance histórico de esta nuestra forma de ser chilensis, han sido las disensiones civiles, con episodios trágicos. La respuesta democrática consiste en romper el círculo vicioso mediante el arreglo institucional oportuno, y, más importante todavía, la actitud oportuna. El clima de convivencia democrática genera inercias benéficas. Más probable es que se robustezca la democracia, cuanta más democracia se tiene a las espaldas. Pero esta inercia, aunque parezca paradójico, hay que trabajársela. Hay que soplar en las velas, porque no siempre el viento empuja lo suficiente. Y los que más tienen que soplar, son los políticos, o por extensión, los que juegan un papel destacado en la vida pública. No ayuda a la democracia la permanente descalificación y demonización de "la deresshha que no respeta los deresshhos"...el uso frecuente de insultos como aquello de fascista, o nazi, u otras de las lindezas que utilizan algunos "progresistas". Contemple usted el Canal de la Cámara y verá a que me refiero.


Hace unas semanas me llegó un regalo de José Piñera, es una copia autografiada de su libro "Una Casa Dividida" donde explica con gran claridad y con interesante documentación el proceso que llevó al Golpe del 11 de Septiembre. La tapa del libro está ilustrada con la conocida pintura de Delacroix, hoy en el Louvre, que muestra a la Libertad personificada por una mujer en pose gloriosa guiando al pueblo, con las tetitas al aire, enarbolando una bandera flameante. Es una figura alegórica muy sensual y real. El libro es una joyita para historiadores, junto con el conocido Acuerdo de la Cámara de Diputados del 22 de agosto de 1973 me encontré con documentos menos conocidos, como el "Acta Rivera" del 6 de julio de 1973. Se trata de la Acta de una reunión que tuvo la directiva de la Sociedad de Fomento Fabril con el Presidente del Senado, Eduardo Frei Montalva, levantada ese mismo día por el abogado Rafael Rivera Sanhueza, entonces secretario de la directiva de esa sociedad. "Nada puedo hacer yo, ni el Congreso ni ningún civil. Desgraciadamente, este problema sólo se arregla con fusiles, Les aconsejo plantear crudamente sus aprensiones, las que comparto plenamente, a los comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas". Palabras textuales de Frei padre.

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