jueves, 4 de octubre de 2007

Que hacer con el dólar, por Patricio Grez de Heeckeren

La imagen de la moneda de $500 se explica porque ya vale casi un dolar

Que hacer con el dólar, por Patricio Grez de Heeckeren

Tras conocerse el aceleramiento de la inflación en Septiembre, generada por un gasto fiscal que crece doble que la economía, el dólar siguió cayendo casi tanto como la aprobación de mi Gordis. La caída del precio del dólar tiene muy nerviosos a un montón de gente, moros y cristianos. Hay pronósticos catastróficos, dicen hay que estimular la demanda por dólares permitiendo a las AFP invertir más afuera, programas de becas al extranjero, y cosas por el estilo. Pero además hay voces que llaman al Banco Central a "intervenir".

Un dólar "caro" creado por compras persistentes del Banco Central no podrá por sí solo solucionar problemas estructurales como la calidad del gasto estatal, las frondosas regulaciones, la legislación laboral crecientemente rigidizante o la existencia de impuestos como el de timbres, entre otros. Lo máximo que puede lograr un dólar "caro" es esconder por un tiempo los problemas estructurales de la economía chilena que le impiden ser más competitiva. Ni siquiera es un mecanismo idóneo para aumentar las exportaciones en forma permanente.

Compras persistentes del Banco Central generarían emisión monetaria, práctica a la que se recurre en la actualidad en Argentina por ejemplo. Esa emisión generaría aún más inflación, con lo cual el costo de sostener un tipo de cambio alto recaerá sobre los sectores de menores ingresos (asalariados y jubilados) que son los que pagan la mayor parte de este impuesto. Se produce, así, una redistribución del ingreso de los sectores menos favorecidos hacia unos pocos que se benefician con el dólar caro. Para evitarlo, el Estado puede retirar ese exceso de circulante colocando deuda pública. Obviamente, este mecanismo tiene un costo fiscal que también lo hace inviable en el largo plazo.


Alternativamente el todopoderoso Estado puede comprar dólares con los recursos tributarios extraídos coercitivamente de los contribuyentes.

Como se puede ver, no hay magia en esto de tener el dólar "caro". O se mata a la gente con impuestos, o se genera inflación o se desata un endeudamiento impagable.

El problema, sin embargo, no termina aquí. Porque si el movimiento de capitales es positivo, el esfuerzo fiscal tiene que ser mucho mayor. Es decir, se daría la paradoja de que un país que atrae capitales complica la política de dólar "caro". Por lo tanto, sólo una nación con bajo ingreso de capitales e inversiones puede darse el lujo transitorio de tener un tipo de cambio alto. En otras palabras, un país sin futuro.

El dólar tiene que dejarse libre, tal como ahora, a lo más se puede ayudar su precio dándole total libertad a las AFP para invertir en el extranjero, las becas, y las otras yerbas. Y la verdadera solución para la competitividad de la economía chilensis ya la han repetido los expertos hasta la saciedad: total flexibilidad del mercado del trabajo, fuerte inversión en capital humano (educación y capacitación), fuerte reforma de nuestro gigantesco Estado gordo fofo y guatón, políticas y cultura pro-emprendimiento....liberar las fuerzas productivas a concho. Hay que explicárselo bien al guatón Andrade ministro del trabajo y al diputado PS "pasionaria" Aguiló y a la diputada PPD Muñoz, y al senador PS "lady Godiva" Letelier...y a todos esos otros giles que están trabajado arduamente por atornillar al revés.


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